karma gris

Anochece de sol esa calle
Allí afuera
Sol radiante
Dios de calientes céspedes
Grises y brillantes......
Anochece y me retiro
Aquí dentro
Perseguido
Por los invisibles rayos
De un cielo enfurecido...
Y lo que es peor...
¿quién puede
soportarlo y sabor encontrar
que no sea amargo
detestable y sin razón...?

Bajo hélice impotente
En espantar el calor
Y menos aun los recuerdos...
Dibujo un poco, también muero...
Sobre el margen de la almohada...
Tus cejas bien enmarcadas
Retorcido de deseos...

Porque deseo tu llave
Deseo tu silencio
Y tu... solo me obsequias
el peso
De la esperanza...

Oh cuanto te odio por ello...

¡por amarte luego
del ocaso enfermo!

¡Por mirarte aún
mientras nado ciego!

¡Por creer en tus
pecados frescos

e irritar mis manos
con tu cuello...!